martes, 13 de mayo de 2008

HISTORIA CRIMINAL

A sus 44 años, fue declarado por los investigadores y jueces como un asesino en serie. Hace dos años cuando fue capturado confesó ser el autor de la muerte de 140 niños en distintas regiones del país, pero a la fecha la Fiscalía lo investiga por el homicidio de 172 niños en su paso por 59 municipios del país. (En la próxima entrada publicaremos la confesión, para que no os resulte cansino leerlo).En repetidas ocasiones, Garavito Cubillos se hacía pasar también por monje, indigente, discapacitado con muletas o cuellos ortopédicos y representante de fundaciones ficticias en favor de niños y ancianos, tal era su engaño que logró salir de la cárcel de Tunja , acusado de violación y asesinato , acentuando al límite su imagen de desamparo hasta el punto de que la Defensoría del Pueblo presionó para la liberación del hombre solo y abandonado, sobre el que no pesaban pruebas contundentes. Durante esos años se dejaba crecer el cabello y la barba por temporadas así lo vieron en su pueblo natal y sufría de permanentes crisis depresivas, vendía estampitas del Papa Juan Pablo II, de la virgen del Carmen y del Niño Dios, merodeaba las plazas de mercado y arrendaba cuartos en casas humildes de barrios pobres y marginales, se ganaba la confianza de los niños, con dulces. Los que no lo describieron así fueron sus vecinos a quienes les recordaba pleitos de borracho. Nunca se caso ni tuvo hijos pero vivió con dos mujeres mayores que él, a cuyos hijos siempre respetó y que luego lo evocaron como alguien cariñoso y especial. A la casa de su padre volvió en contadas ocasiones, precedidas de tormentas emocionales y un terror de niño asustado. Cuando visitaba al papá le daba crisis de angustia y se bajaba con tembladera y vómito del carro que lo llevaba a la casa, contaría después uno de sus familiares. Ya sabían casi todo sobre él, menos el dónde, en que ciudad o pueblo de Colombia podían atraparlo. cuadernos y bebidas, y era muy amable con ellos. Las víctimas de Garavito eran niños entre los 6 y los 16 años, de bajo estrato económico. Los abordaba en los parques infantiles, canchas deportivas, terminales de buses, plazas de mercado y barrios pobres. Según lo establecido les ofrecía dinero y los invitaba a caminar hasta cuando los menores se cansaban y eran atacados en sitios despoblados.De acuerdo con la investigación, en esos lugares los cuerpos sin vida de los menores fueron encontrados degollados, mutilados y con señales de haber sido amarrados. En las residencias de su compañera y de una amiga en Pereira se encontraron objetos similares a los hallados en los sitios de los crímenes y publicaciones periodísticas en las cuales se reseñaba el estado de las investigaciones por desapariciones y homicidios de niños en el país.El 24 de junio de 1998 los cuerpos de tres niños de 9, 12 y 13 años fueron hallados sin vida en la finca La Merced, en Génova (Quindío), con evidentes signos de tortura y desmembración de algunas de sus extremidades. Los menores fueron vistos por última vez cinco días antes en el parque central del municipio en compañía de un adulto, quien al parecer les ofreció dos mil pesos a cada uno para que le ayudaran a buscar una res en fincas cercanas a Génova.En un comienzo se orientó la investigación hacia la prostitución infantil, el satanismo, el tráfico de órganos y pedofilia. Con base en un cruce de información entre el CTI de Tunja, Armenia y Pereira se logró establecer que los casos de desaparición de menores en esas ciudades guardaban similitud, ante lo que se conformó un álbum con 25 fotografías de posibles sospechosos.Mediante el cruce de información entre los diferentes equipos investigativos, se estableció que una de las fotografías del álbum con el nombre de Bonifacio Morera Lizcano correspondía a Luis Alfredo Garavito Cubillos, persona sobre quien pesaba una orden de captura de la Fiscalía 17 Especializada de Tunja por el homicidio de un niño de 12 años de edad.
FUENTE
http://nomadascriminales.blogspot.com/2007/11/luis-alfredo-garavito_29.html

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